El sector agroalimentario y la protección ambiental van de la mano en el objetivo actual de producir más con menos y de un modo sostenible; en ese escenario, distintas entidades alimentarias se han sumado a la campaña “Un millón de compromisos por el clima”
Se trata de la campaña del Gobierno -impulsada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) y la Fundación Biodiversidad (del citado Departamento) y a la que se han sumado ya más de 4.000 compromisos-, de cara a la cumbre de diciembre en París donde se pretende alcanzar un acuerdo global de reducción de gases invernaderos. La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, dio el pistoletazo de salida a esta estrategia que busca que ciudadanos, empresas y administraciones registren sus compromisos por el clima en una plataforma on line. Y García Tejerina fue una de las primeras en anunciar sus compromisos: tomar menos el ascensor y mantener en buen estado de la presión de sus neumáticos.

Los compromisos por el clima
También abundó sobre las medidas que asumirá su Departamento, como el cambio de combustibles fósiles en los sistemas de calefacción, de gases fluorados en los aparatos eléctricos, mejorar la iluminación con LED9, reducir el uso de papel o calcular su huella de carbono. Cualquier persona, institución o empresa que lo desee, puede darse de alta en la web y elegir los gestos con los que se compromete; ya se han sumado 4.000 compromisos.
Calidad Pascual, por ejemplo, ya se ha dado de alta y ha hecho pública su intención de utilizar iluminación LED -que permite reducir hasta el 90 % la energía eléctrica- y a trabajar con proveedores locales -que implica un impacto sobre el clima cinco veces menor al de la producción deslocalizada-. Asumirá otros de los compromisos sugeridos a las empresa privadas, como la optimización de la rutas de transporte de sus empleados o la implantación de los sistemas de videoconferencias con los que se hace posible reducir hasta 6.860 kilogramos de dióxido de carbono al año.
El Departamento De Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón también forma parte ya de la iniciativa. En el documento de su adhesión aseguran que este año van a calcular su huella de carbono, tras adoptar medidas dirigidas al ahorro y eficiencia energética como la modificación de horarios de apertura, el cambio en el sistema de refrigeración y de climatización y la colocación de carteles de sensibilización.
El grupo Bodegas Miguel Torres ha reiterado su compromiso por el clima y, tal y como relatan en su documento de adhesión a la campaña, su filosofía en cuanto al cultivo de la vid empieza con “el respeto por el medio ambiente”. Así, recuerdan que “la ecología siempre ha sido una prioridad en la compañía, pero el cambio climático ha hecho aumentar su preocupación. Torres ha sido testigo del aumento en un grado centígrado de la temperatura media del Penedès (Barcelona) en los últimos 40 años”. Este cambio, señalan, “afecta a la vid, ya que el inicio de la vendimia es actualmente unos 10 días antes que 20 años atrás”; por eso, desde 2007 la firma decidió implicarse aún más en la lucha contra el cambio climático con un programa específico en el que ya ha invertido 10 millones de euros. Sus retos: la reducción del 30 % de las emisiones de CO2 por botella, la promoción de energías renovables, contar con un flota de vehículos corporativa eficiente energéticamente o la gestión óptima del agua, entre otros.
La ganadería sostenible
Desde el mundo de la ganadería, se ha unido por ejemplo Pastores Grupo Cooperativo, con 5.000 explotaciones y 1,2 millones de ovejas. En su caso, trabajarán por promover el comercio de proximidad y por optimizar todos los procesos de producción, desde el pastoreo en el campo, al punto de venta de carne, “para hacer rentable y sostenible la ganadería extensiva”. Asaja Ávila, Sigfito, Aceites de Oliva Virgen Extra Luque, la Fundación Alimentación Saludable o la Fundación Comercio Justo son otras de las entidades que se han sumado a esta propuesta.

Solo algunos ejemplos de cómo desde las administraciones, la industria agroalimentaria, el trabajo en el campo o la ganadería se puede hacer y se hace mucho para conservar el medio natural, clave para el desarrollo del sector agroalimentario y para el futuro del planeta.