Un centenar de ganaderos de León comienza esta marcha que finalizará la próxima semana ante la sede del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Un centenar de ganaderos han iniciado en León la denominada ‘Marcha Blanca’ que llegará a Madrid el próximo 4 de septiembre tras recorrer más de 200 kilómetros a pie y con la que quieren reivindicar unos precios justos que alivien la dura crisis del sector lácteo, “asfixiado” por el sector distribuidor. Los ganaderos partieron el 24 de agosto a las 10.30 horas de la plaza de Botines de León en dirección a la localidad de Mansilla de las Mulas, fin de la primera de las doce etapas que componen esta marcha de protesta.
En el punto de salida, se dieron cita, además de los ganaderos, los responsables de las organizaciones que han impulsado la marcha, como son las cooperativas de Castilla y León con el apoyo de Urcacyl, las organizaciones agrarias Unión de Campesinos UCCL, Asaja y la Organización nacional de Productores Lácteos, así como representantes políticos del PSOE, Podemos, IU y Unión del Pueblo Leonés.
Lema: “Nuestro futuro es la leche”

Los participantes portaban camisetas con el lema “Nuestro futuro es la leche” y han repartido entre los leoneses bricks de leche explicando el motivo de su protesta para sensibilizar a la sociedad de la situación que sufren produciendo por debajo del coste de producción.
El presidente de Asaja de Castilla y León, Donaciano Dujo, advirtió de que “sin la ganadería gran parte de los productos agrarios que se producen desaparecerían”, por lo que no solo defienden la leche, sino de todo lo que hay a su alrededor.
En la misma línea, el coordinador regional de UCCL, Jesús Manuel Palacín, afirmó que el objetivo es que la ministra de Agricultura “tome conciencia de la situación dramática que vive el sector lácteo”.
A este respecto, las organizaciones profesionales agrarias han explicado que en la actualidad el precio de la leche se encuentra en una pinza entre los 27 y los 30 céntimos el litro de leche, cuando el coste de producción se encuentra entre los 32 y los 36 céntimos, lo que está suponiendo pérdidas medias de 2.000 euros mensuales para cada explotación.
En primera persona
La ganadera Tita Bango, de 52 años, que trabaja en una explotación ganadera en Urdiales del Páramo desde los 14 años y del que viven cuatro familias, ha calificado su situación de “crítica” y ha declarado: “ya no podemos más, tenemos que hacer muchas inversiones y el precio de la leche está bajísimo a unos precios ridículos y más barata que el agua”.
“En mi explotación trabajamos siete familias y nos quedaremos en el paro si esto no cambia ya que no aguantamos más. Reivindicamos que nos dejen ganar un porcentaje, igual que todas las empresas tienen un margen de beneficios”, ha añadido la ganadera.
En la misma línea se ha manifestado el ganadero de Toral de los Guzmanes, Samuel Rodríguez, de 19 años, que ha compaginado sus estudios con el trabajo en la explotación de su padre que siempre vio como una alternativa profesional pero “ahora pagando por debajo del coste de producción es imposible la incorporación de los jóvenes al sector”.
Ayudas directas
Por otro lado, las organización interprofesional láctea (Inlac) y las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA han valorado la decisión del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de conceder 300 euros por vaca lechera para las explotaciones que no sean rentables, aunque la ven insuficiente.
En declaraciones a Efeagro, el presidente de Inlac y responsable del sector lácteo en Asaja, Ramón Artime, ve “positivo” el anuncio hecho por la ministra del ramo, Isabel García Tejerina, que podría beneficiar a entre 2.500 y 3.000 explotaciones. A juicio de Artime, sirve para “paliar un poco” la situación de “emergencia” de los ganaderos, aunque “lógicamente no es una solución suficiente, ni definitiva”.
Por su parte, el responsable de Organización de COAG, Andoni García, ha valorado la iniciativa si sirve para compensar “a todos los ganaderos” que venden su leche a precios que no cubren sus costes de producción.
Para el secretario de Ganadería de UPA, Román Santalla, esta ayuda es “bienvenida”, pero se trata de “un parche”. Santalla ha apuntado que España tiene que “construir un precio de arriba (distribución) hacia abajo (producción)” para darle valor a la cadena, porque con eso “se salva” al sector lácteo.