Desde el pueblo más pequeño de la provincia de Guadalajara, hasta la capital de España, pasando por Jaén, Cuenca y Soria, todas las ciudades comparten una gran despensa que alimenta a personas en riesgo de exclusión y que se adapta a las necesidades de cada comunidad.
Si hay algo que comparten en todas estas despensas es el deseo, la esperanza, de dejar existir en algún momento, que no se necesiten estos servicios ni el reparto de comidas porque nadie pase hambre, pero mientras tanto, 54 bancos de alimentos colaboran por toda España para que ningún estómago esté vacío.
En 2022 los Bancos de Alimentos de toda España repartieron 151.684.045 (kilogramo/litro) de alimentos, es decir, un total de 122 por persona a 1.246.106 beneficiarios a través de 6.919 entidades, según la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal).
En Madrid se encuentra el banco más grande del país, pero también de Europa, su dimensión y su capacidad evidencian la fuerza de la colaboración, pero también la situación de necesidad que pasan muchas personas y que se puso de manifiesto durante la pandemia, cuando se incrementó un 50 % el número de usuarios.
“La situación era muy estable hasta que llegó la covid” recuerda en declaraciones a Efeagro Gonzalo, voluntario en la organización desde 2017 que dedica todas las semanas un rato a la tarea de visitador.
Su labor es la de realizar entre dos y tres visitas anuales a diferentes asociaciones que colaboran en el reparto y suministro de los alimentos del banco para corroborar que todo funciona de forma correcta.
Gonzalo cuenta cómo pasaron de ofrecer 180.000 raciones de comida en 2017, a las 230.000 del año de la pandemia, ahora la situación se ha “estabilizado”, pero la inflación y el encarecimiento de los alimentos pone en guardia a este veterano del voluntariado.
“¿Qué les doy si no tengo leche?”, es la pregunta que en la actualidad se hace este voluntario, a la vez que lamenta el que el Fondo de Ayuda Europea para los más Necesitados (FEAD), no haya licitado este año ese producto.
Hace ocho años, cuando comenzó su labor, quería “devolver la suerte” que él había tenido, ahora espera que “se acaben todas las crisis” y el “despilfarro” alimentario.
Sobre esto último el voluntario ha adquirido la concienciación que se obtiene tras años al lado del Banco de Alimentos, y el hombre cuenta a modo de ejemplo cómo a su hijo le pidió “por favor” para su boda que reemplazara el arroz por flores.
“Nunca baja el número (de usuarios)”, lamenta a la vez que no pierde la esperanza por el trabajo que se hace desde la entidad más grande de Europa.
Ayuda en la España rural
Más allá de la gran capital y del banco de alimentos más grande de España también hay solidaridad; la labor que hacen estas entidades se adapta a las necesidades de cada territorio y en la península, la despoblación y los entornos rurales evidencian necesidad de ajuste.
Según el Informe Arope sobre el Estado de la Pobreza en España en 2022, Andalucía es la tercera región con mayor tasa de pobreza, y dentro de ella, en Jaén, provincia dedicada mayoritariamente a la agricultura, unas 20.000 personas se benefician de las labores de su Banco de Alimentos.

El presidente del BA de Jaén, Francisco Luque, explica en declaraciones a Efeagro que trabajan con 174 entidades repartidas por toda la provincia y cuentan además con tres almacenes.
La estructura económica de la provincia determina en gran medida el tipo de usuarios de este banco de alimentos, pues la mayoría son temporeros y migrantes, detalla Luque.
Una temporada con malas cosechas, como puede ser la actual con la pérdida de muchos olivos debido a la sequía, empuja a muchas personas dedicadas al campo a “echar mano” del reparto de comida.
Y en la despoblada
La comunidad de Castilla y León es una de las regiones que más sufre el problema de la despoblación, y ahí destaca como una de las ciudades más afectadas Soria, cuyo Banco de Alimentos se considera más “de barrio”.
El socio fundador de la organización soriana, que ahora ejerce como Presidente, Óscar Arancón, advierte de que en esta zona hay un estatus de clase-media “muy concentrado” y por ello, la idiosincrasia de los usuarios es muy diferente a la que se pueda encontrar en otras provincias.
Arancón sitúa como uno de los principales retos del Banco de Alimentos de Soria “conseguir recursos” debido a las propias características de la provincia.
La provincia de Guadalajara cuenta con 258.890 habitantes, y el Banco de Alimentos de la ciudad atiende a 4.000 personas.
El voluntario de este banco Fermín Plaza explica que la labor está repartida por muchos pueblos de la provincia, en ellos, las parroquias ayudan a repartir la comida en entornos donde no hay otras entidades.
Además, el banco prepara cajas para llevar a aquellos pueblos en los que no existe un centro religioso y así poder llegar a todos.
Bien sea en la capital o en pueblos, la labor de estos Bancos de Alimentos no está exenta de sufrir los golpes de la covid, la inflación y las diferentes crisis que merman pero no acaban con la voluntad de paliar el hambre