La sentencia del Tribunal de Justicia de la UE sobre las técnicas de mutagénesis ha vuelto a poner de manifiesto que no existe consenso sobre la ingeniería genética entre las asociaciones de empresas biotecnológicas, agricultores, productores ecológicos y ecologistas.
Las organizaciones agrarias Asaja y UPA han señalado que no se deben poner trabas a la innovación agrícola y COAG ha valorado que prevalezca el principio de precaución, en referencia a la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre las técnicas de mutagénesis.
La justicia europea sentenció ayer que los organismos obtenidos mediante técnicas de mutagénesis son considerados organismos modificados genéticamente (OMG) y deben acogerse a las obligaciones establecidas por la legislación europea sobre OMG.
El responsable de investigación de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), José Ramón Díaz, ha mostrado su decepción de que “también se pongan trabas a técnicas nuevas en la Unión Europea” que “limitan mucho” el desarrollo de nuevas variedades agrícolas.
Limitación al desarrollo nuevas variedades agrícolas
Esta situación, ha asegurado, crea “desventajas en un mundo globalizado” en el que son otros países (como Estados Unidos o China) los que “están ganando la delantera”, porque se frena el desarrollo de variedades que, en un contexto de cambio climático, permitirán mejorar los rendimientos o resistir mejor la sequía.
Fuentes de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) han destacado que esta sentencia no supone prohibir estas técnicas de mejora genética, sino que se asegura que prevalece el principio de precaución antes de liberar estos organismos al medio ambiente y permitir su comercialización en el mercado.
Los agricultores necesitan de la investigación, han apuntado, y, quizás, la aplicación de esta sentencia puede suponer que haya variedades que tarden más tiempo en estar a disposición del agricultor, pero “merece la pena asegurarse que lo que se ponga en el mercado cuente con las suficientes garantías”.
Avances tecnológicos con mesura
Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), sin entrar a valorar la fundamentación científica de la sentencia, “creemos que no se deben poner trabas para que la ciencia y la innovación lleguen al campo“.
Han señalado que los “avances tecnológicos deben hacerse siempre con mesura y siguiendo unos criterios de seguridad razonables” y, en este sentido, han defendido la existencia de un marco normativo claro que establezca unas “reglas del juego justas” y permita la coexistencia de los distintos métodos de producción agrícola que existen en Europa.
La Asociación Española de Bioempresas (Asebio) ha apuntado que esta sentencia “pone en riesgo” el avance científico, ya que afecta al “impacto positivo” que la aplicación de los avances conseguidos con estas técnicas supondrían para la ciencia, el desarrollo y la innovación en Europa.
Asebio teme que sentencia ponga en riesgo avance científico
A su juicio, podrían dificultar la materialización de los beneficios que suponen las técnicas de edición del genoma y una pérdida de competitividad “considerable” de Europa frente a otros continentes que ya las utilizan.
Según Asebio, estas técnicas tienen “múltiples aplicaciones” como el enriquecimiento de nutrientes y el aumento de la resistencia a plagas de cultivos, lo que ayudaría a mitigar los efectos del cambio climático.
La organización ha defendido que la Unión Europea (UE) y sus Estados miembro establezcan un diálogo “proactivo” con la sociedad para concienciarla de los beneficios que producen estas técnicas para su vida diaria y su entorno.
El sector ecológico valora como “ejemplar” la sentencia
Por su parte, las organizaciones de agricultura ecológica Ecovalia y SEAE han valorado como ejemplar la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Ecovalia ha señalado que la sentencia ha sido acogida con “el aplauso del sector ecológico”, ya que se ha decidido seguir el principio de precaución, al considerar que estas nuevas técnicas deben ser comprobadas completamente antes de ser utilizadas en los Estados Miembros o introducidas en los alimentos.
El coordinador de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (SEAE), Víctor Gonzalvez, también ha mostrado su satisfacción por la sentencia del Tribunal europeo, porque los organismos obtenidos mediante edición del genoma deben regirse por el mismo marco regulatorio que los OGM o transgénicos.
Ecovalia: Las nuevas técnicas de mejora genética no son como los sistemas tradicionales
Se trata de una “decisión totalmente acertada”, ya que la defensa de estas nuevas técnicas como algo ajeno a la reglamentación de los transgénicos se ha basado en un principio falso, han señalado desde Ecovalia.
Los defensores de los OGM hablan de “nuevas técnicas de mejora genética”, equiparándolas a sistemas tradicionales de mejora, cuando en realidad se trata de “nuevas técnicas de ingeniería genética”; de hecho, los procedimientos utilizados para desarrollarlas implican interferir a nivel subcelular y genómico, según la entidad.
Gonzálvez ha explicado que “se ha intentado sacar” esta tecnología (mutagénesis) del marco regulatorio más restrictivo de los transgénicos, ir hacia una “regulación más ‘light'”, sin embargo, es necesario que también con la edición del genoma se cumplan con el principio de precaución.
Con esta tecnología no se debe ir a una “regulación light”, según SEAE
Ha remarcado, en este sentido, que “la justicia es justa” y que, sin duda, se trata de una “buena noticia” para el sector y para la sociedad.
La Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (Ifoam, en inglés) ha aplaudido también el dictamen del TJUE y ha señalado que la CE debe actuar “rápidamente” para que el marco legislativo se aplique en todos los Estados miembros, ya que “los riesgos que entraña la mutagénesis son equiparables a los de la transgénesis”.
La decisión del TJUE también ha sido acogida con gran satisfacción por las organizaciones ecologistas Greenpeace y Amigos de la Tierra.
Las ONG ambientalistas satisfechas con la sentencia
Han destacado que la sentencia establece que los organismos creados a través de la mutagénesis deben someterse a los requisitos de análisis de riesgos, trazabilidad y etiquetado de la Directiva de transgénicos.
“El tribunal deja muy claro que las plantas y animales derivados de la edición genética están sujetos a los mismos requisitos que cualquier otro OMG”, aseguró Greenpeace a través de un comunicado, en el que también emplazó a la Comisión Europea (CE) y a los Estados miembros de la Unión Europea (UE) a tomar nota de la decisión.
Por su parte, Amigos de la Tierra afirmó que las técnicas de mutagénesis “deben ser testadas completamente antes de dejar que los organismos creados con esta técnica lleguen a los campos y la comida”.