El máximo ejecutivo de Vega Sicilia, Pablo Álvarez, revela que el éxito del vino y de una bodega radica en los años, en el tiempo que lleva una labor que se hace año tras año.” No vale hacerlo bien una sola vez”.
El primer ejecutivo de Vega Sicilia, Pablo Álvarez, no esconde dónde radica el secreto del éxito de una bodega y de su vino: “Está en la labor año tras año. No vale que una vez lo hagas muy bien, tienes que repetirlo y superarlo cada año. Hay bodegas que lo hicieron muy bien una vez y ahí se quedaron”.
En una entrevista con Efeagro, Álvarez, el hombre que gestiona la marca a su juicio “más envidiada y la bodega que todos querrían tener, asegura que también tenían fallos y que tocaba poner orden en casa, después de todo lo que habían hecho en los últimos 30 años.
Aciertos y fallos que saca a relucir un estudio que encargó la compañía para ver “cómo nos veían”, y que les llevó a analizar y preguntarse si un grupo amparado por el paraguas de Vega Sicilia aportaría más valor al conjunto de los vinos que lo conforman y, sobre todo, si reforzaría la aventura internacional.
“Tocaba poner orden en casa”
“No todo el mundo sabía que al grupo Vega Sicilia pertenecían bodegas como Alion, Oremus o Pintia, y recientemente Macán. Es más, incluso había desinformación”, explica.
Pone como ejemplo que el proyecto empresarial con el Barón Benjamín de Rothschild (accionista histórico de Château Lafite), en la bodega Macán en la Rioja, había suscitado muchas llamadas de clientes que pedían el vino de esa bodega, pero añadían la coletilla “pero no me dé del francés”, cuando ese vino se hace en Rioja.
Se convierte en Tempos Vega Sicilia
Por ello, la respuesta a si el grupo cobraría más valor es “sí”, pese a que -como Álvarez reconoce- “siempre, hasta ahora, he sido reacio a esa idea, porque queríamos que cada uno de los vinos se labrara su destino; pese a que todos los importadores nos pedían que lo hiciéramos, nosotros siempre les decíamos que no”.
Desde ahora, la marca paraguas será Tempos Vega Sicilia, nombre que, según Álvarez, recoge perfectamente lo que hay en Vega Sicilia, y “lo que más impresiona: el tiempo en que se desarrolla todo, el tiempo de elaboración del vino”.
Pero también los veían como inalcanzables, algo que defiende “no es así”, idea que se extendía a los jóvenes, un público al que también quieren dirigirse.
Vega Sicilia cumple ahora 150 años, algunos años menos en manos de la familia Álvarez, que ha sido la artífice de la proyección de una compañía que pasó de facturar 200 millones de pesetas (1,07 millones de euros) en 1982, cuando la adquirió, a los 30 millones actuales, en función de la calidad y producción de la cosecha.
Este año parte del mejor resultado económico de su historia, un beneficio neto de 11 millones de euros, ¿Dónde está el secreto? “en que lo hacemos muy bien y vendemos a precios elevados”.
Según detalla, nunca se han repartido beneficios, “siempre se ha reinvertido todo, incluso en esta época de crisis hemos invertido 20 millones de euros en la bodega, en naves nuevas, la tonelería…”.
Los buenos viñedos de Burdeos o Borgoña alcanzan precios de locura
El grupo se prepara para más. En cinco años, quiere contar con una o dos bodegas-proyectos más. Poner la chincheta en el mapa es más difícil, y Álvarez reconoce que le gusta mucho Burdeos o Borgoña, pero allí “cualquier cosa buena alcanza precios de locura”.
Una hectárea de viñedo en estas cotizadas tierras francesas ronda entre 1 y 5 millones de euros, lo que supone que una bodega con esos costes nunca tendría beneficios con la venta del vino, “pero si tienes una colección y la adornas con un Picasso, toda ella gana más valor”, resalta.
Son precios muy diferentes a los que se piden por buenos viñedos en La Rioja, que rondan los 90.000-100.000 euros la hectárea.
Otra zona atractiva para Álvarez es el Valle de Napa, en Estados Unidos, donde se cotizan a razón de uno o dos millones por hectárea.
Comprar, pero también desarrollar; ese es el equilibrio que Álvarez defiende que hay que buscar “entre lo que creas y lo que adquieres, como es el caso de Pintia, que está empezando”.
De España, también le gusta Jerez, una zona “única en el mundo, productora de grandes vinos”.
De momento con las marcas que tiene el grupo, Álvarez quiere jugar sus mejores cartas en los mercados de Estados Unidos, donde a diferencia del español “los jóvenes beben vino”.
También sigue muy de cerca el mercado asiático, donde la marca Vega Sicilia es reconocida en China, y donde India -a punto de superar en habitantes a China-, “se convierte en un objetivo interesante”, a pesar de los elevados impuestos al alcohol.EFEAGRO