La compañía alimentaria Calidad Pascual ha reforzado la protección de sus proveedores ganaderos y agricultores, así como de sus familias, entregándoles elementos para tal fin e implantando protocolos que ayuden a cumplir las recomendaciones sanitarias.
Las medidas no solo afectan a los productores de leche sino a todos aquellos suministradores de productos con los que Calidad Pascual elabora alimentos de primera necesidad y gran valor nutricional, han informado hoy a Efeagro fuentes de esta compañía.
Sector estratégico
Con ello se persigue contribuir a la salud de estas personas y garantizar el mantenimiento de un sector estratégico que permita cubrir las necesidades básicas de España.
Los protocolos inciden en el mantenimiento de las medidas de higiene, prevención y distancia de seguridad, así como en la necesidad de permitir solo las visitas a las explotaciones que sean imprescindibles, y asegurar un control eficaz del flujo de ganado.
También se vigila especialmente la entrada a las granjas lecheras de pienso y cisternas de recogida y se aconseja y ayuda permanentemente a los productores mediante un sistema telemático de asesoramiento.
Calidad y seguridad alimentaria
Asimismo, los profesionales de Pascual velan para que los instrumentos y sistemas de gestión de calidad y seguridad alimentaria, así como los de eficiencia y genética, no se vean perturbados por la crisis provocada por la pandemia de la enfermedad Covid-19.
Calidad Pascual ha reiterado que, durante la crisis, garantiza la recogida de leche a sus ganaderos y de cosechas a sus agricultores, con los que tiene un sistema estable de relación, basado en un marco jurídico de relación mercantil mediante contratos de suministro a un año.
Tras 51 años de actividad, Calidad Pascual cuenta con una gama de más de 200 productos, 6 plantas, 27 delegaciones y 2.297 empleados. Su facturación anual ronda los 700 millones de euros.