Es un aviso a navegantes. “Si los precios de la alimentación sigue bajando, sólo haremos aumentar el paro”, así de rotundo lo ha asegurado el presidente y consejero delegado del Grupo Carrefour, Georges Plassat.
Ha asegurado que el “low-cost” va a alcanzar un límite y que este sistema de precios bajos no ha hecho más que provocar problemas.
Georges Plassat ha explicado que, cuando se bajan los precios, lo que se provoca es un ajuste por todas las partes, y ha puesto como ejemplo que aplicar una subida de un céntimo de euro en un litro de leche que se paga a los ganaderos supone en el caso de Carrefour 45 millones de euros.
Para Plassat se está exportando de manera incívica, por la fuerte competición entre fabricantes, según aseguró en Valencia en el Congreso Aecoc, que reúne a industriales y distibuidores alimentarios.
En su opinión, si se sigue por esta vía, se continuará reduciendo el valor añadido, porque todo ello supone un detrimento del empleo.
En este sentido, ha afirmado que se ha producido un desgaste en las clases medias en provecho de la productividad de las empresas, y “la desaparición de estas clases es un hándicap para la economía española”.
La presión de los precios afecta a la calidad
Para Plassat, la presión ejercida sobre el precio va a tener un impacto sobre la calidad y ha puesto como ejemplo el caso -en varios países europeos- en relación con la carne de caballo presente en productos que etiquetaban como elaborados con vaca.
Ha destacado la ecuación que conforman la economía, el medioambiente, el aspecto social y las relaciones entre hombres y mujeres que necesitan una progresión a nivel salarial y un avance en la profesión.
Quien esperó 30 años para ser internacional, ha pedido la oportunidad
Ha sido rotundo al afirmar que la exportación de modelos de distribución consolidados en España desde hace 20 años -que han encontrado su nicho y son fuertes en su mercado nacional- será muy difícil: “Las empresas que han esperado 30 años para salir al exterior han perdido su oportunidad”.
Los grandes grupos se pliegan velas
A su juicio, se producirá un repliegue por parte de los grandes grupos hacia los países en los que son fuertes, como ha sido el caso de Carrefour, que ha conseguido reducir su deuda cerca de la mitad en el último año y medio mediante la salida de diferentes mercados como el griego o el turco.
Sobre su grupo, ha remarcado que se ha “convertido en un monstruo complejo administrativo”, pero que ahora ha puesto el foco en volver a lo básico, aunque eso suponga dificultades por parte de los que dentro de la organización no lo ven.