La demanda de repartidores crece al calor del coronavirus impulsada por las plataformas de envío a domicilio y algunas cadenas de restauración, que les necesitan para atender los pedidos, mientras el debate sobre la seguridad de los “riders” sigue encima de la mesa.
Fuentes del sector reconocen a Efeagro que necesitan reforzar el número de repartidores, tal y como se refleja en numerosos anuncios de trabajo publicados por redes sociales, páginas de empleo o incluso de anuncios por palabras.
En línea con lo ocurrido en otros países, en España se registró un repunte de los pedidos de comida a domicilio desde restaurantes antes de que se decretara el estado de alerta, y de hecho los establecimientos físicos notaron un descenso del tráfico de clientes entre finales de febrero y primeros de marzo.
Con el cierre al público de los locales -algunas cadenas incluso dejaron de entregar a domicilio- y la prohibición de circular por la calle, los pedidos “se frenaron” en medio de una preocupación extrema, de acuerdo con estas mismas fuentes, que apuntan ahora a una nueva fase de “estabilización”.
Además, prevén un crecimiento en las próximas fechas, gracias a un consumidor que con el paso del tiempo busca normalidad dentro de la situación excepcional que atraviesa el país y que para ello acude al “delivery”.

Plataformas como Glovo, Deliveroo o Ubereats también ofrecen la posibilidad de hacer la compra de alimentación a través de sus “app” -estas dos últimas se han abierto a esta opción precisamente por el impacto del coronavirus-, un segmento en el que la demanda ha subido de tal forma que por momentos los supermercados han visto colapsados sus servicios “online”.
Desde UGT y CCOO piden mayores medidas de protección para repartidores
En este contexto, desde los sindicatos UGT y CCOO inciden en que los repartidores afrontan una actividad de riesgo debido al coronavirus, por lo que reclaman mayores esfuerzos de protección.
Sus críticas recaen sobre todo en las plataformas, ya que sus “riders” son trabajadores autónomos y no tienen teóricamente relación laboral con la empresa, una situación denunciada desde hace años por los sindicatos y que los tribunales ya han comenzado a cuestionar.
“La crisis del coronavirus lo que ha puesto en evidencia es lo que ya decíamos, que esto de que son autónomos no se lo cree nadie. Están en la calle, expuestos al contagio, su actividad no es de primera necesidad y va en contra del propio confinamiento. Si queremos evitar contagios no podemos tener gente sin protección llevando comida”, argumentan desde UGT.
Las empresas aseguran haber reforzado los protocolos de seguridad: la entrega se hace sin contacto directo con el cliente, los pagos son con tarjeta y hay protocolos específicos en los restaurantes para garantizar las distancias de seguridad.
Sin embargo, repartidores consultados por Efeagro confirman las dificultades para hacerse con material de protección como guantes, mascarillas y geles desinfectantes, por su escasez.
Las plataformas de delivery acordaron ayudar a los repartidores
Deliveroo y Ubereats aportaron 25 euros a sus “riders” para adquirir este material, mientras que Glovo envió esta semana una carta a sus colaboradores en la que anunciaba el reparto de más de 7.000 guantes y otras tantas mascarillas.
En la misiva, uno de sus fundadores, Oscar Pierre, reconocía las dificultades para encontrar dichos productos.
Varias plataformas también se comprometen a dar una ayuda económica a los repartidores que se contagien del Covid19, lo que en opinión de los sindicatos supone admitir implícitamente el alto riesgo que afrontan por trabajar.
Dificultades para conseguir guantes y mascarillas
“Yo me cruzo con compañeros por la calle que ni siquiera llevan guantes”, confirma Héctor Merino, repartidor para varias plataformas y presidente de la asociación Asoriders, quien considera que su trabajo es importante para conseguir que menos gente salga a la calle.
Según su experiencia, es difícil encontrar este tipo de material -que además es desechable, por lo que no basta con una única unidad- y si alguno lo consigue, con 25 euros poco se puede hacer debido a que los precios están “disparados” .
“Sé que las plataformas están intentando conseguir ese material, pero no es fácil. No es el momento de pensar en indicios de laboralidad, es una ayuda que necesitamos”, afirma. EFEAGRO