Aecoc presenta un estudio que sitúa a los jóvenes de entre 25 y 34 años como el fragmento de edad que más admite desperdiciar con frecuencia. La falta de conocimiento de recetas, un motivo clave para argumentar el desperdicio.
La mayoría de los hogares españoles (91,6 %) asegura que no suele tirar comida a la basura, a pesar de que en 2018 el desperdicio en el domicilio subió un 8,9 % y rozó los 1.340 millones de kilos/litros de alimentos y bebidas.
Así se desprende del análisis del informe sobre hábitos de aprovechamiento alimentario de la Asociación de Empresas de Gran Consumo (Aecoc) y el último panel de cuantificación (2018) del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), dado a conocer en Madrid y al que ha acudido el director general de la Industria Alimentaria, José Miguel Herrero. Herrero explica esta contradicción en el hecho de que el informe de Aecoc está basado en percepciones del consumidor, que suele sentir “pudor” a reconocer que tira alimentos.
El estudio de Aecoc, a partir de un millar de entrevistas a responsables de compra en los hogares en mayo pasado, refleja que son los jóvenes de entre 25 y 34 años los que admiten desperdiciar con frecuencia (un 11,7 % de ese tramo de edad lo reconoce).

Hasta el 22,1 % de esa población joven considera la falta de conocimiento de recetas de aprovechamiento como uno de los principales motivos por los que acaban desperdiciando comida. En términos generales, el 68 % de los hogares asegura que desperdicia menos que hace unos años; el 30 % lo sitúa en niveles similares y un 2 % reconoce que ha incrementado esa práctica.
Las frutas y las verduras son, con diferencia, los productos que acaban en el cubo de la basura con más facilidad -hasta el 67,2 % de los hogares reconoce tirarlos con asiduidad-, seguidos de lejos por pan, bollería y salsas y, como últimos de la lista, carnes y pescados.
Los argumentos que esgrimen los consumidores para desperdiciar son la mala planificación a la hora de hacer la compra (casi el 50 %), mientras que el 35,4 % lo achaca a la vida útil de los alimentos, que creen demasiado corta; también se aduce falta de conocimiento de recetas y el escaso orden o espacio en la nevera/despensa.
Como señales de alerta para deshacerse de un producto, sitúan en primer lugar el olor (39 %), el aspecto (35 %), fecha de caducidad (14 %), sabor (9 %) y fecha de consumo preferente (3 %).
El estudio resalta, además, la “gran confusión” en torno a la diferencia entre fecha de caducidad y de consumo preferente: el 43 % cree que un producto se puede consumir porque sigue siendo seguro una vez caducado; una confusión “especialmente significativa” entre los mayores de 65 años. Esto provoca que hasta un 73 % de los encuestados reconozca ingerir alimentos una vez caducados.
El director general de la Industria Alimentaria ha hecho hincapié en los datos en España en 2018, cuando aumentó el desperdicio hasta el 4,6 %, lo que supone un aumento interanual del 0,3 %, que a su juicio son “malos datos” y reflejan que “todavía hay mucho” por hacer.
En ese sentido, Herrero ha adelantado que el Ministerio lanzará en 2020 una campaña de comunicación contra el desperdicio y reformulará la actual estrategia “Más alimentos, menos desperdicio“, tras consultarlo con todos los eslabones de la cadena alimentaria. Según ha apuntado, hay avances comunitarios para tener registros periódicos detallados del desperdicio en la industria y la distribución, ya que ahora están centrados en el consumidor final.
No obstante, ha señalado que la industria está ya trabajando para hacer pedidos más ajustados a una demanda que tiende hacia envases más pequeños por el aumento de los hogares unipersonales.
La directora de Comunicación de Aecoc, Nuria Pedraza, ha incidido en la necesidad de seguir avanzando hacia alimentos en pequeño formato o monodosis, pero buscando el equilibrio con envases que no generen un mayor impacto ambiental.
De Pedraza ha adelantado que Aecoc celebrará del 23 al 29 de septiembre la Segunda Semana contra el Desperdicio Alimentario, con acciones formativas e informativas en supermercados, colegios o comedores escolares.
El 26 de septiembre, además, tendrá lugar el VII Punto de Encuentro sobre este ámbito, que reunirá a más de 300 profesionales europeos de la cadena agroalimentaria para luchar de manera conjunta contra el desperdicio