Miquel Silvestre en Rumania. Foto: Cedida por Miquel Silvestre

Miquel Silvestre en Rumania. Foto: Cedida por Miquel Silvestre

SIN EXCUSAS

Una Europa de fin de semana

Publicado por: BEATRIZ MAPELLI / EFETUR 27 de julio de 2016

A todos los que nos convencemos a nosotros mismos de que, si no viajamos, es por falta de tiempo, el aventurero Miquel Silvestre nos cuenta en su libro ‘Europa Nómada’ cómo recorrer nuestro continente combinando vuelos y una moto durante los fines de semana.

¿Se imaginan recorrer Europa a golpe de fin de semana? La propuesta del motero Miquel Silvestre es sencilla: hacer un gran viaje por etapas alrededor de nuestro continente, combinando vuelos baratos de viernes a domingo, y una moto que aparca en los aeropuertos europeos con línea directa con España. Según explica en una entrevista con Efetur, utiliza un sistema de etapas que le permite no solo conocer nuestro continente a fondo -sin dejar de trabajar, ni consumir todas las vacaciones-, sino conciliar una vida de aventuras con otra laboral y familiar.

El tiempo, el mayor obstáculo

“Por mi experiencia, he observado que lo que a la gente le falta es tiempo y se me ocurrió -viendo un mapa de los destinos de una aerolínea de vuelos “low cost”- la manera de descubrir nuestro continente sin dejar de trabajar”, detalla.

Y es que Europa, en armonía con las innumerables combinaciones que ofrecen las compañías “low cost”, ofrece infinitas posibilidades. Según nos cuenta, Zurich, Viena, Berlín, Praga, Ámsterdam, París, Munich, Genova, Roma, Dubrovnik o Bosnia son solo algunas de las alternativas, destinos todos ellos que “cuentan con rutas directas desde Madrid o Barcelona”.

El motero Miquel Silvestre. Foto: Cedida por Miquel Silvestre
El motero Miquel Silvestre. Foto: Cedida por Miquel Silvestre

En cuanto al presupuesto, como suele ocurrir, si planeas el viaje de hoy para mañana te puede costar “una pasta”, asegura, pero si se tienen claros los destinos y las fechas con antelación “puede resultar baratísimo”. Para ello, recomienda consultar los distintos buscadores de vuelos y optar por “épocas del año menos concurridas”, en especial primavera y otoño, “cuando Europa está más bonita.”

Una vez aterriza en el aeropuerto, comenta Silvestre, resulta “muy cómodo” descubrir el destino en moto por las “grandes ventajas” que ofrece como el fácil aparcamiento -gratuito en los aeropuertos europeos, a excepción del de París-, la mayor sensación de libertad, la cercanía con la gente o la fusión con el paisaje.

“He conseguido hacer 14.000 kilómetros por Europa y, aunque en estos viajes de aventura a veces se sufra un poco, la moto es un gran estimulante que permite que el viaje se torne épico”, afirma.

Y en esto de la aventura, Silvestre ya tiene bagaje: cien países visitados. De esta mochila llena de experiencias se queda, reconoce, con Turquía, un destino obligado por su riqueza paisajística y “por la cercanía de sus gentes, muy educadas y honradas”.

Además, en su opinión, pese a los episodios de inseguridad que registra el país en las últimas semanas, “es bastante seguro y la gente se comporta de forma muy honrada”.

El motero Miquel Silvestre en Italia. Foto: Cedida por Miquel Silvestre
El motero Miquel Silvestre en Italia. Foto: Cedida por Miquel Silvestre

De todas formas, como recomendación de seguridad, propone “evitar los lugares turísticos, no formar parte de la manada, evitar las horas punta y las aglomeraciones”.

Quizás sea ese el motivo por el que, para este aventurero al que gusta “viajar solo y por su cuenta”, Nueva Zelanda y Australia sean los paraísos naturales por antonomasia, sus dos “espinitas clavadas” cuando hablamos de países que le gustaría especialmente conocer.

Hasta que lleguen esos destinos, se puede disfrutar de nuestro continente con el “método” de Silvestre. Un sistema que recoge en su libro “Europa Nómada”, en el que narra “historias sorprendentes” de los destinos europeos que ha visitado empleando esta fórmula, como las que resultan de seguir el rastro de los náufragos de la Armada Invencible en Irlanda, el origen de la mafia en Sicilia o los diplomáticos españoles que salvaron miles de judíos del Holocausto en su recorrido centro-europeo.

Queda claro, a su juicio, que quien no viaja es porque no quiere. Su experiencia prueba que ni el tiempo ni el dinero constituyen una excusa para perderse el mundo o, al menos, nuestros países vecinos.

Secciones : Turismo Viajero