Imagen de archivo de movilización de trabajadores de Lauki de Valladolid EFE/NACHO GALLEGO

Afecta a 86 trabajadores

Lactalis echa el cierre a su planta de Lauki en Valladolid

Publicado por: EFEAGRO 11 de marzo de 2016

La compañía Industrias Lácteas Vallisoletas (ILV), controlada por la multinacional Lactalis, cerrará la planta de Valladolid el 30 de junio, ante el descenso de las ventas de la marca Lauki y el estancamiento de la demanda de leche pasteurizada. Los sindicatos rechazan la medida y prevén movilizaciones en las próximas semanas.

Según ha informado esta semana la intención de la compañía es iniciar los trámites del cierre con los representantes de los trabajadores.

La compañía manifiesta que el cierre se tratará de realizar con el menor impacto social y buscará de minimizar el impacto en el empleo mediante recolocaciones en otras plantas del grupo.

El cierre, según las fuentes empresariales, responde a una situación de “sobrecapacidad” de la estructura productiva que dificulta competir cuando se ha producido un descenso del consumo de leche.

La factoría de Valladolid, en la que se produce la leche Lauki, se ha visto “impactada” por el descenso continuo de ventas de esta marca, el estancamiento de la demanda de leche pasteurizada y por las pérdidas en el mercado portugués.

Los sindicatos rechazan totalmente el anunciado cierre de la planta de Lauki en Valladolid y prevén movilizaciones en las próximas semanas ante una situación que no ven justa y que mantiene en vilo a 85 trabajadores, quienes todavía desconocen cuál será su futuro más allá del 30 de junio.

Desde CCOO entienden que la empresa es una multinacional y puede asumir las supuestas pérdidas que alude la dirección, por lo que no están de acuerdo con el cese de la actividad el próximo 30 de junio, según el secretario general de FEAGRA-CCOO CyL, Juan Manuel Ramos.

La planta de Valladolid fue fundada en 1954 por un grupo de ganaderos de Valladolid, bajo la denominación de Central Lechera Vallisoletana, para pasar a un propietario único pocos años después, y en la década de 1960 fue gestionada por Industrias Lácteas Madrileñas.

En 1989, ya con la marca Lauki, entró a formar parte del grupo francés Sodiber, y desde 2004 el control de la factoría vallisoletana corresponde a la multinacional Lactalis, que también cuenta con plantas en Sevilla, Granada y Lugo.

La factoría de Lactalis en Valladolid cuenta con una plantilla de unos ochenta trabajadores, a los que, según la empresa, se tratara de recolocar en otras plantas del grupo.

Respecto la intención de la dirección de abrir negociación el próximo martes para recolocar a los trabajadores en otras plantas del grupo, Ramos asegura que “no garantiza nada” porque la recolocación y las nuevas condiciones dependen del proceso de negociación.

Los ganaderos le piden que devuelva las ayudas

La Alianza UPA-COAG ha pedido esta semana a la Junta de Castilla y León que no solo pida explicaciones a Lactalis sobre el anunciado cierre de la factoría de Lauki en Valladolid y exija que devuelva “hasta el último euro” de ayudas públicas que haya recibido la multinacional francesa.

Además, la alianza va a pedir una reunión urgente a los responsables de Lactalis para que expliquen con detalle los motivos del cierre de la planta láctea en Valladolid, y las consecuencias que tendrá para los 86 trabajadores de la factoría y para los ganaderos que entregan a esta industria.

La alianza critica las formas y el fondo de cómo se ha conocido el cierre, trasladada a la opinión pública de forma oficiosa en las últimas horas, y que supone “más incertidumbre para los intereses ganaderos de la región, puesto que la factoría dejará de recoger cientos de miles de litros de leche diarios a partir del mes de junio”.

UPA-COAG recuerda que a la actual situación de crisis de precios que sufren los ganaderos se suman ahora las decisiones de multinacionales asentadas en la región como Lactalis u Ornua, que “atacan frontalmente” los intereses lácteos de Castilla y León.

La alianza UPA-COAG denuncia la estrategia marcada por las multinacionales de capital francés tanto a nivel industrial como de distribución, que demuestran con sus actos la intención de engrosar sus cuentas y de hundir si hace falta la supervivencia de los ganaderos de leche.

La organización hace un llamamiento al Ministerio de Agricultura y a la Junta de Castilla y León para que tomen “buena nota” sobre el control absoluto que determinadas multinacionales instaladas en la comunidad autónoma están haciendo a nivel de producción y canales de distribución y venta, limitando cada vez más la recogida de leche e importando producto francés para los lineales de Castilla y León.

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