Las empresas de especias y condimentos en España facturaron unos 300 millones de euros en 2015, un 4 % más que un año antes, por el tirón de las exportaciones, y para 2016 esperan que el crecimiento sea mayor, sobre todo porque las ventas exteriores representan casi la mitad de los ingresos.
Fuentes de la Asociación Española de Elaboradores y Envasadores de Especias y Condimentos (AEC), detallan que la entidad está compuesta por 20 empresas, entre ellas Jesús Navarro -con su marca ‘Carmencita’-, Ramón Sabater, Prapimur, Juan José Albarracín o Antonio García Iñesta.
Dichas compañías recogen el 12 % de su negocio del pimentón y el 7 %, del azafrán.
Dos casos claros -azafrán y el pimentón-, que por su calidad se exportan mayoritariamente a la Unión Europea (UE), Estados Unidos y Países Árabes.
El resto de la actividad de esta industria se reparten en los negocios de pimienta, orégano, perejil, ajo, laurel o ajo, entre otros. Se trata de un sector tradicional en el que conviven pequeñas y medianas empresas con algunas multinacionales.
Durante la crisis, “estas firmas han mantenido las expectativas y no han sido de las más afectadas porque cuentan con grandes posibilidades de exportación”, según la asociación.
Mejora de las ventas
Para este año, el sector prevé mejorar las ventas logradas en 2015, precisamente por la buen marcha de las exportaciones: “Se vende fuera casi la mitad del total facturado, sobre todo a países de Europa”.
Las importaciones, por su parte, tienen un peso significativo en productos como canela, nuez moscada, clavo, o curry, porque la producción interna es menor.
Según datos de Mercasa, actualmente se encuentran en funcionamiento un total de 110 empresas fabricantes y comercializadoras de especias en España.
Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana son las comunidades autónomas con mayor actividad en este ámbito, seguidas de Murcia, Aragón, Cataluña y Andalucía.
Las marcas de distribución también adquieren cierta relevancia en este sector, ya que el 40 % de la facturación proviene de ellas.