Madrid no se entiende sin su Paseo del Arte, delimitado por el triangulo museístico de El Prado, el Reina Sofia y El Thyssen-Bornemisza. Tres museos de fama mundial que reúnen más de 36.000 obras y que en el último año fue visitado por más de siete millones de turistas.
El Paseo del Prado, una de las grandes atracciones turísticas de Madrid, ofrece un agradable recorrido a través de zonas ajardinadas y ejemplos del patrimonio monumental de la capital como las fuentes de Cibeles y Neptuno, el Ayuntamiento, o el Banco de España. Y es, al mismo tiempo, el eje de ese triángulo del arte que acoge una de las concentraciones pictóricas más importantes del mundo.
Triángulo museístico
El ejemplo más famoso quizá sea el Museo del Prado. Inaugurado en 1819, acoge en su interior obras maestras de la pintura española, italiana, francesa, flamenca y holandesa, así como diferentes exposiciones de carácter temporal, que solo el pasado año fueron visitadas por más de tres millones de turistas.
Los diletantes de esta manifestación artística encuentran en este espacio, de más de 40.000 metros cuadrados de superficie, una colección con más de 8.000 pinturas, 5.000 dibujos, 2.000 grabados, 700 esculturas y otros objetos de gran valor que la convierten en una de las mayores pinacotecas del mundo. Murales románicos del siglo XII, obras de finales del siglo XIX, y grandes representaciones de pintores como Ribera, Zurbarán, Velázquez, Goya, El Greco, Tiziano, Rubens o El Bosco harán las delicias de todo aquel que transite el Museo.
Entre las exposiciones temporales que se pueden visitar este verano está Tesoros de la Hispanic Society of America. Visiones del mundo hispánico que brinda la posibilidad de disfrutar, hasta el 10 de septiembre, de más de doscientas obras pertenecientes a la Hispanic Society, una institución con sede en Nueva York creada para la divulgación y estudio de la cultura española en Estados Unidos.

Poco tiene que envidiar a este espacio el cercano Museo Thyssen-Bornemisza que, en pleno Paseo del Prado, luce también como otra de las grandes atracciones de Madrid. Se levanta en el Palacio del Duque de Villahermosa y abrió sus puertas al público en 1992 como sede de las colecciones del Barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza y de Carmen Thyssen-Bornemisza.
A través de sus tres plantas se pueden descubrir más de 1.000 obras que recorren la historia de la pintura occidental desde el siglo XIII hasta el siglo XX, con grandes ejemplos de movimientos artísticos de la época como el Renacimiento, Manierismo, Barroco, Rococó, Romanticismo, o Pop Art. Su riqueza artística hizo que solo en 2016 pasasen por aquí más de un millón de visitantes en busca de obras de Duccio, Van Eyck, Carpaccio, Durero, Caravaggio, Rubens, Monet o Van Gogh, entre otros.
Entre las distintas exposiciones temporales que acoge el Museo está El Renacimiento en Venecia. Triunfo de la belleza y destrucción de la pintura, que se podrá ver hasta el próximo 24 de septiembre, y que homenajea a los artistas de la Venecia del siglo XVI, con 89 piezas de Tiziano, Tintoretto, Veronés, Bassano, Giorgione o Lotto.

Y cierra el terceto el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, una pinacoteca de arte contemporáneo español ubicada en el Antiguo Hospital de San Carlos, en las inmediaciones de la Glorieta de Atocha, y visitado el pasado año por más de tres millones de personas. Inaugurado en 1990, este espacio propone un viaje en el tiempo alrededor de las obras maestras de artistas como Pablo Picasso, Miró, Dalí, Oteiza, Julio González, Tapies, Barnet Newman o Soto.
Entre las más de 21.000 muestras que alberga destaca el famoso Guernica de Pablo Picasso, una de las imágenes más emblemáticas del mundo contemporáneo que representa el ataque de los aviones de la Legión Cóndor sobre la ciudad de Guernica en 1937.
Este museo se complementa, además, con un auditorio, una biblioteca y distintas salas de exposiciones que acogen muestras como Piedad y terror en Picasso. El camino a Guernica, una exposición que se podrá visitar hasta el 4 de septiembre, organizada con motivo del 80 aniversario de la creación de Guernica (1937), que a través de un conjunto de obras narra las circunstancias personales e históricas que experimentó el artista a partir de finales de los años 20 para llevarle a componer este mural.

Otras espacios
Alrededor de estos tres museos, que constituyen la esencia del Paseo del Arte, se agolpan otros icónicos espacios culturales como el Museo Arqueológico Nacional, que conserva una de las colecciones de antigüedades más importantes del mundo. Inaugurado en 1867 por mandato de Isabel II, y reabierto en 2014 tras seis años de reforma, ofrece a sus visitantes un recorrido desde la prehistoria hasta el siglo XIX. Transitado el pasado año por más de 500.00 personas, permite contemplar cerámicas griegas, coronas votivas visigodas o marfiles hispanomusulmanes, entre otros elementos, así como vídeos, paneles informativos, maquetas y expositores con réplicas de otros objetos originales.
Entre sus más de 13.000 piezas destaca la famosa Dama de Elche, una escultura íbera en piedra caliza datada entre los siglos IV y V a.C., ubicada en la primera planta del museo, en una amplia urna de cristal, y junto a otras obras de gran valor como la Dama de Galera, Ibiza y Baza.
Y para amantes de la naturaleza, el Real Jardín Botánico, declarado Jardín Artístico en 1942 y enclavado junto al Museo del Prado. Se inauguró en 1755 y deleita a sus visitantes con un herbario con más de un millón de pliegos, un archivo con cerca de 10.000 dibujos y láminas botánicas, y una muestra de 5.000 especies de plantas vivas.

El recorrido por este oasis urbanita combina, entre jardines e invernaderos, curiosidades, historia, y otra información sobre la importancia de las plantas en nuestra vida. Si a lo anterior se le suman la variedad de actividades, cursos o talleres que aúnan naturaleza con arte, cultura o cine, el resultado es un espacio de dimensión completa. Por ejemplo, entre el 1 y el 31 de julio, se pueden visitar las exposiciones fotográficas Matemáticas, de Peter Fraser, y Cuba, de Elliott Erwitt, abiertas al gran público en el marco del 20 aniversario del festival PhotoEspaña.
Cierran la riqueza artística de la zona otras grandes instalaciones como el Circulo de Bellas Artes, la Fundación Canal o Caixa Forum, que completan la oferta con propuestas que viajan desde la fotografía hasta el diseño, pasando por la arquitectura y las artes audiovisuales.
Una atracción turística
El Paseo del Arte está en pleno centro de Madrid y de su excelente conectividad es claro ejemplo su proximidad con la estación de trenes de Atocha. Abrazan el triángulo museístico multitud de restaurantes en los que reponer fuerzas con una buena cerveza de grifo (muy fría, como se sirve en Madrid) o el castizo vermú. Para saciar el hambre, el tradicional bocata de calamares en el restaurante El Brillante; un refresco en el Café Gijón, el mítico establecimiento literario abierto en 1888; o platos de temporada en el lujoso restaurante Horcher, abierto en 1904. Otros imprescindibles de la zona son el restaurante Goya del Hotel Ritz; el gastrobar Estado Puro, del chef con dos estrellas Michelín Paco Roncero; la castiza taberna Los Gatos; o el restaurante Lhardy.
Y si, como le ocurriera al famoso escritor francés Stendhal, que dio lugar al síndrome del mismo nombre, toda esta oferta de arte y belleza aumentase el ritmo cardíaco del visitante, éste podrá disfrutar de un placentero descanso en hoteles como el Ritz by Belmond; el NH Collection Paseo del Prado; el Westin Palace; el AC Recoletos; el hotel NH Nacional; o el hotel Petit Palace Savoy Alfonso XII, entre otros.
Museos, hoteles, restaurantes y joyas patrimoniales del Paseo del Arte unen fuerzas para ofrecer a los visitantes un fuerte incentivo turístico en el que el arte es, a buen seguro, el invitado de honor.