La patronal Hostelería de España ha alertado este martes de que el plan de desescalada ideado por el Gobierno para el sector podría provocar hasta 85.000 cierres si no se acompaña de otras medidas y apoyos.
Los hosteleros han advertido del impacto que suponen restricciones como reducir el aforo de las terrazas en el momento de la reapertura –a partir del 11 de mayo-, y han reclamado al Ejecutivo que aclare algunas de estas instrucciones por considerarlas “confusas“.
“Con las condiciones de reapertura anunciadas, el cierre de establecimientos podría ascender hasta el 30 % -de los más de 300.000 que hay en toda España-, lo que equivale a unos 85.000 locales”, han calculado.
El plan de transición del Gobierno incluye reabrir el servicio de terrazas a partir del 11 de mayo y el servicio de comida para llevar (“take away”) desde el día 4, si se cumplen las condiciones que permitan progresar en el control del coronavirus.
Así lo explicó el martes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, después de que el Consejo de Ministros aprobara el plan de transición económica para salir de la crisis originada por la pandemia del coronavirus.
Proceso gradual
Sánchez señaló que se podrá entregar comida para llevar a los hogares ya desde la llamada “fase 0” (de preparación de la transición), prevista a partir del 4 de mayo.
Se permitirá, por ejemplo, pedir una paella en un local y subirla después a casa para comérsela, ha mencionado el presidente.

En la fase 1, que podría comenzar a partir del 11 de mayo si se cumplen las condiciones, se permitirá a los restaurantes abrir las terrazas con limitaciones de ocupación al 30 % del aforo y se abrirá parcialmente el pequeño comercio bajo estrictas condiciones de seguridad.
En la fase 2 o intermedia, en principio dos semanas después, se dejará reabrir al público el interior de los bares y restaurantes con un tercio del aforo habitual y garantías de separación entre las mesas, según ha precisado el presidente del Gobierno.
Hostelería y otras actividades
Los hoteles y establecimiento turísticos podrán volver a prestar sus servicios en la fase 1, con algunas excepciones y la exclusión del uso de las zonas comunes.
La apertura de los locales en esta fase incluirá un horario preferente para mayores de 65 años, el colectivo más vulnerable frente a la pandemia, ha añadido.
Además, el presidente del Gobierno ha anunciado que en ese momento se reanudarán aquellas actividades que mantenían restricciones en el sector agroalimentario y pesquero.
Entre otras actividades, está prevista la reanudación de la caza y la pesca deportiva en la fase intermedia, antes de pasar a la tercera o avanzada, en la que se flexibilizará la movilidad a nivel general, manteniendo la recomendación de llevar mascarilla fuera del hogar y en el transporte público.

Será entonces cuando se suavizarán algo más las restricciones de aforo y ocupación en la restauración, “si bien se mantienen estrictas condiciones de separación entre el público”, ha dicho Sánchez.
Duración de fases por territorios
Antes de alcanzar la normalidad, cada una de las tres fases tendrá una duración mínima de dos semanas, de modo que en el mejor de los casos el periodo de transición durará seis semanas.
La intención del Gobierno es que se tarden ocho semanas, hasta finales de junio, en completar el plan en todo el territorio, de acuerdo a esa estrategia “asimétrica” en función de cómo avance el control de la epidemia en las distintas provincias e islas.
La isla de Formentera, en Baleares, y las de La Gomera, El Hierro y La Graciosa, en Canarias, irán por delante en la aplicación del plan de desescalada establecido a partir del 4 de mayo, debido a que en estos territorios la incidencia del coronavirus ha sido inferior.
En su comparecencia, Sánchez ha anunciado que tiene previsto plantear una nueva prórroga del estado de alarma, de quince días, al término del período actual que terminará el próximo 10 de mayo.