El presidente de EE.UU, Barack Obama, se mostró convencido de que el TTIP entre su país y la UE podría estar cerrado durante su mandato y señaló que ambas delegaciones están limando diferencias.
El presidente estadounidense volvió a apostar por la firma de una Asociación Transatlántica de Comercio e Inversiones (TTIP) y destacó que las “diferencias” entre Washington y Bruselas en la negociación se “siguen reduciendo”.
Insistió en que el tratado comercial entre su país y la UE podría estar cerrado durante su mandato, que concluye este año, aunque no su posterior ratificación.
Obama realizó estas declaraciones en la rueda de prensa del domingo que siguió a su reunión en Hannover (Alemania) con la cancillera alemana, Angela Merkel, con la que abordó cuestiones como el acuerdo comercial entre su país y la UE, la situación en Siria y Libia, el conflicto de Ucrania, las diferencias con Rusia y la crisis de los refugiados.
“No anticipo que podamos completar la ratificación para final de año. Pero sí que anticipo que tengamos el acuerdo cerrado”, aseguró.
Obama añadió que, pese a que la globalización ha descolocado a mucha gente, el comercio exterior trae “beneficios” a la población y que los tratados comerciales, “indiscutiblemente”, han hecho a las economías de EE.UU. y Alemania “más fuertes” y, a sus empresas, “más competitivas”.

No obstante, recalcó, el acuerdo debe llevarse a cabo reforzando estándares y eliminando diferencias entre las partes y trabas burocráticas.
Merkel, por su parte, destacó que un acuerdo comercial entre EE.UU. y la UE sería “una ayuda absoluta” para el crecimiento en Europa.
Obama y la canciller son los máximos defensores del TTIP a sendos lados del Atlántico, pero las críticas contra el acuerdo no dejan de crecer tanto en Estados Unidos como en Europa.