Refugio de Goriz. Foto: Cedida por el Refugio de Goriz

Refugio de Goriz. Foto: Cedida por el Refugio de Goriz

TURISMO DE MONTAÑA

Un verano entre montañas

Publicado por: BEATRIZ MAPELLI 30 de julio de 2014

Son muchos los que optan por dedicar sus vacaciones a transitar senderos, disfrutar de la naturaleza, del silencio, la soledad y el aire puro que regala la sierra. Te acercamos a grandes enclaves montañosos de nuestro país y te descubrimos algunos refugios de montaña donde podrás hospedarte si decides visitarlos.

Uno de los fans del turismo de montaña es Rodrigo Paredes, un joven amante de la naturaleza que, cada año, al llegar el verano, lo deja todo para vivir en la naturaleza e implicarse con numerosos proyectos en defensa del medio ambiente. En este sentido, señala a Efetur que, en la época estival, no concibe “huir de la ciudad -donde estás rodeado de gente- para ir a la playa -donde hay mucha más gente todavía-”. Al revés que lo que ocurre con el turismo de playa -donde pasas gran parte del día tumbado en la arena-, aquí, en la montaña, estás “el 80% del día andando”, puntualiza.

 “La montaña no deja de ser un medio hostil”

Cuando le preguntamos por sus destinos preferidos, Rodrigo afirma que “el Pirineo es el rey” aunque, “por suerte, en nuestro país tenemos muchísimos sitios que visitar como Picos de Europa, Gredos o la Sierra de Guadarrama”, indica.

Caballos en libertad. Foto. Rodrigo Paredes
Caballos en libertad. Foto. Rodrigo Paredes

Destaca que nunca ha tenido un incidente grave en ninguna de sus excursiones aunque -entre risas- recuerda una escapada al Aneto donde se llevo “un susto de muerte” porque, mientras montaban la tienda de campaña, les “sorprendió un burro que había por allí”, afirma. Bromas aparte, Rodrigo señala que ha tenido pocos incidentes por el momento, ya que intenta “ser precavido e ir siempre con mapa y el móvil bien cargado”.

Como no podía ser de otra forma, Rodrigo ya tiene planeado su viaje de aventura para este verano que, en esta ocasión, tendrá como destino el Parque Nacional de Ordesa “para ver la Brecha de Roldán, la cascada de la Cola de Caballo y subir el Monte Perdido”. Destaca la importancia de hacer este tipo de viajes con cierto conocimiento del entorno o con la presencia de un guía ya que, como apunta, “la montaña no deja de ser un medio hostil”.

Muy satisfecho con el formato vacacional por el que opta cada verano, afirma que “es realmente enriquecedor por la gente que conoces, los sitios tan increíbles que se pueden visitar y, sobre todo, por la paz que te aporta la naturaleza y lo que te ayuda a desconectar”. “Recomiendo a todo el mundo que lo pruebe”, concluye.

Refugios de montaña

Si decides embarcarte en esta aventura y pasar tus vacaciones como un auténtico montañero, podrás hacerlo en sitios tan asombrosos como los Pirineos o Picos de Europa que albergan en sus valles grandes atractivos para los excursionistas y encantadores refugios donde disfrutar de la experiencia. Aquí tienes alguna de nuestras propuestas:

Refugio de Viadós (Sobrarbe, Aragón)

A 1.760 metros de altitud, en la comarca del Sobrarbe, se halla uno de los valles más pintorescos del Pirineo, el Valle de Chistau. Rodeado de montañas y espesos bosques, emerge -al pie del majestuoso Posets-Llardana, segunda cumbre del Pirineo- el Refugio de Viadós.

Este lugar constituye el rincón ideal para todos aquellos que busquen la tranquilidad que otorga un valle casi virgen con la actividad de media y alta montaña más exigente, ya que muchos de los picos que lo forman superan los tres mil metros.

“Las nuevas generaciones tienen menos afición a los deportes de montaña porque requieren sacrificio y constancia, valores venidos a menos en la sociedad actual”

El guarda del refugio de Viadós, Gonzalo Ferrer, señala que este albergue “consta de dos edificios de construcción típicamente pirenáica” y tiene capacidad para 58 personas. A él, se accede a pie “a través de una pista de tierra de 13 kilómetros desde San Juan de Plan -el pueblo más cercano-“, aunque la mayoría de la gente llega caminando desde otros refugios.

Ferrer señala que las personas que se alojan en Viadós, “suelen realizar travesías y excursiones por la zona, así como ascensiones a las distintas cimas de alrededor”. En esta línea, subraya que “en la zona hay muchos factores de interés como glaciares, ibones -lagos de origen glaciar-, cascadas, miradores, flora, fauna o geología”.

Macizo Posets en invierno desde refugio. Foto. Refugio Viadós
Macizo Posets en invierno desde el refugio. Foto. Refugio Viadós

También -nos dice- hay zonas de escalada en roca y rutas en bicicleta que pasan por el refugio. Asimismo, en invierno y primavera, “se puede realizar esquí de travesía, la ascensión al Pico Posets y posterior descenso en esquís, así como escalada en hielo en diversos corredores y cascadas cerca del refugio” señala.

Las personas que se alojan en el Viadós -por un precio de 11,50 euros– responden a perfiles muy diferentes. “Hay gente que viene a vivir la experiencia de dormir, por primera vez, en un espacio como este” y también los hay que “vienen a hacer ascensiones a los distintos tresmiles que hay en la zona”.

De cara al verano, Ferrer señala que “todavía es pronto para hacer una valoración” porque hay muchas reservas de última hora y cancelaciones dependiendo de las previsiones meteorológicas. Por otra parte, insiste en que “las nuevas generaciones tienen menos afición a los deportes de montaña que antes, porque requieren sacrificio y constancia, valores venidos a menos en la sociedad actual”, concluye.

Refugio de Góriz (Huesca)

En el corazón del Pirineo aragonés, enclavado en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, se alza el Refugio de Góriz, uno de los más demandados por aquellos que practican deportes de montaña.

Su estratégica posición hace que sirva de base para la ascensión al Monte Perdido por varias de sus rutas así como a otras cumbres y lugares destacados como Cilindro, Soum de Ramond o gruta helada de Casteret, entre otros. Además, es punto de paso de la Senda Transpirenaica y de travesías como la Vuelta al Perdido.

El refugio -que data de 1961- lleva 50 años en activo acogiendo a montañeros y excursionistas que acuden en busca de grandes experiencias turísticas. Abierto todos los días del año, se encuentra a 2.200 metros de altitud y ofrece unas asombrosas vistas al entorno.

Uno de los guardas del refugio, Luis Muñoz, señala a Efetur que “se trata de un refugio de altura al que se accede exclusivamente a pie”. Además, destaca que “la forma más común para llegar es desde la Pradera de Ordesa desde donde se tarda 4 horas en llegar al albergue”.

“El montañismo es una actividad de riesgo, por lo que hay que tomar las precauciones necesarias”

Muñoz indica que el refugio de Góriz es “el más emblemático y visitado del Pirineo aragonés y, probablemente, de España”. En este sentido, la ocupación -nos dice- hasta finales de agosto es “del 100%”. Al ser un refugio de altura, en invierno acude poca gente al refugio porque “hay que tener conocimientos de montañismo invernal y las condiciones se complican”. “Nuestra temporada alta es el verano”, subraya.

Vista general del Refugio de Góriz. Foto: Cedida por el Refugio de Góriz
Vista general del Refugio de Góriz. Foto: Cedida por el Refugio de Góriz

Dispone de 72 plazas dispuestas en tres dormitorios con literas. Hay servicio de bar durante todo el día y una cocina de uso libre. En este momento se está reformando y ampliando parte del refugio para “hacer dormitorios de menos plazas con baño incluido, con capacidad para 80 personas”.

A este establecimiento -que cuenta con unos 10.000 visitantes anuales– acuden senderistas y montañeros de distintos perfiles aunque “suelen tener edades comprendidas entre los 25 y los 60 años” que, “en un 90 % de los casos” , acuden a la zona para la ascensión al Monte Perdido. Muñoz señala también que, aunque hasta ahora solía haber más hombres que mujeres, “el senderismo es una actividad en alza y cada vez hay más gente que los practica por lo que cada vez está más diversificado”.

Muñoz hace hincapié en que “el montañismo en una actividad de riesgo -especialmente con nieve- por lo que hay que tomar la precauciones necesarias”. Disfruta de esta experiencia única y duerme entre las montañas pirenaicas por tan sólo 16,60 euros.

Cabaña Verónica (Cantabria)

En 1961 se inauguró -en pleno corazón de Picos de Europa- la Cabaña Verónica, ubicada entre la Torre de Horcados Rojos y el Pico Tesorero. Este refugio-vivac está enclavado a 2325 metros de altitud lo que obliga a todos sus visitantes a acceder hasta él andando.

Por su ubicación, este refugio es un lugar ideal para el entrenamiento del montañismo en condiciones complicadas. Durante el periodo estival, sin embargo, debido a la proximidad del teleférico de Fuente Dé (Cantabria), se convierte en un lugar muy visitado.

La cabaña está a cargo de la Federación Cántabra de Deportes de Montaña y Escalada y el responsable de refugios de esta organización, Carlos Roig, comenta a Efetur que se trata de un “refugio-vivac” por lo que es más bien un “albergue de socorro”. En este sentido, señala que, el hecho de tener esa función, les impide “cobrar la estancia en el refugio”.

El refugio es “muy pequeño”, dispone de espacio para ocho personas y cuenta con radio de emergencia y botiquín. Sin embargo -nos dice- “es un lugar emblemático de Picos de Europa” y, por él, “pasa muchísima gente”. Antes sólo acudían expertos en montaña -nos cuenta- como escaladores o alpinistas pero ahora, debido al teleférico, “va cualquiera a fotografiarse cerca del refugio”.

Roig, indica que esta cabaña “es muy particular por sus extrañas características” y nos cuenta que fue construida con una cúpula metálica procedente de un portaaviones estadounidense, que se encontraba desguazándose en Sestao. Nos menciona también la figura del que fuese el guarda del refugio durante 25 años, el montañero Mariano Sánchez, que vivió al amparo de las montañas hasta sus últimos meses de vida.

Secciones : Turismo Viajero