El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, durante la rueda de prensa posterior al consejo de ministros. EFE/Ángel Díaz

PRESUPUESTOS 2017

El sector de las bebidas, el tabaco y la restauración, críticos con la subida de impuestos

Publicado por: EFEAGRO 5 de diciembre de 2016

El sector industrial de las bebidas, el tabaco, la restauración y la distribución han criticado la subida de impuestos especiales aprobada hoy por el Gobierno, aunque algunas de las partes han mostrado más cautela.

Desde la Unión de Estanqueros han lamentado la decisión del Gobierno de subir los impuestos del tabaco y han considerado una "equivocación" esta medida, pues consideran que existe riesgo de que provoque un nuevo repunte del contrabando.

En el sector bodeguero, el secretario general de la Federación Española del Vino (FEV), Pau Roca, ha criticado el trato "discriminatorio" que se da a los vinos de licor y vermut porque se verán afectados, al igual que las bebidas espirituosas o de alta graduación, por la subida de los impuestos especiales a los productos "intermedios".

Más cautela ha mostrado la Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra) desde donde han destacado que, por el momento, el nuevo impuesto sobre bebidas carbonatadas es sólo un proyecto de ley aprobado por el Gobierno, que deberá ser negociado en el Parlamento antes de entrar en vigor de forma efectiva.

Sin embargo, la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) ha rechazado de forma "frontal" la subida de los impuestos, ha exigido que tenga un carácter transitorio y ha defendido que este aumento de la presión fiscal debería estar "condicionado" a un "estudio de impacto" sobre cómo afecta dicho aumento en la recaudación y en el consumo.

Preocupación entre bares y restaurantes

La hostelería y la restauración, también muy pendientes de este asunto fiscal, consideran que la subida de impuestos en el alcohol y la creación de una tasa para bebidas azucaradas incrementará los costes intermedios y puede afectar a la facturación y al empleo, según ha expuesto el secretario general de la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR), Emilio Gallego.

Por su parte, los representantes de las patronales de la distribución alimentaria han coincidido en que los problemas de obesidad no obedecen a los precios de los alimentos, sino a los hábitos alimentarios, por lo que subir los precios de las bebidas azucaradas o carbonatadas no es una "buena opción".

En concreto, la modificación al alza de los Impuestos Especiales -al tabaco y alcohol- figura dentro de un real decreto ley, mientras que la nueva tasa para las bebidas con azúcar está incluida en un proyecto de ley.

En el caso del tabaco, cambia la imposición especial sobre las labores para adecuar la tributación española a la recomendada por la UE; en el caso de los impuestos al alcohol y bebidas alcohólicas, se incrementa un 5 % la fiscalidad que grava los "consumos intermedios" mientras que el gravamen a las bebidas carbonatadas y azucaradas se concibe como un "instrumento de lucha contra la obesidad y todo lo que significan los problemas de exceso de azúcar", según ha afirmado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

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