El director y propietario de Bodegas Arzuaga-Navarro, Ignacio Arzuaga, subraya que la firma “no está sufriendo mucho” por la crisis y prevén cerrar incluso 2013 con un crecimiento de la facturación en el entorno del 10 ó el 12 %.
Así lo ha explicado Arzuaga en una entrevista concedida a Efeagro en la que comenta la creciente internacionalización de la compañía, una de las más prestigiosas de la Ribera del Duero, y las buenas expectativas de futuro para el negocio enoturístico.
De igual modo, valora los últimos reconocimientos obtenidos. Entre los más recientes, Arzuaga Navarro ha sido nombrada Bodega Española del Año en la tercera edición del certamen New York International Wine Competition, y sus vinos Pago Florentino 2009 y La Planta 2011 galardonados fueron medallas de plata y bronce, una edición en la que participaron más de 1.000 bodegas de 30 países.
Asegura que el secreto de esta progresión imparable puede ser “el trabajo continuo” desde el cuidado de la viña y durante la vendimia y el tratamiento en bodega que permiten elaborar un buen producto, sin olvidar el clima y el terreno de la zona.
La bodega ha visto reconocida su labor por la Asociación Mundial de Periodistas y Escritores de Vinos y Licores, que les sitúa en el puesto 24 del ránking de bodegas españolas y a su “Arzuaga Reserva 2008” le concede la distinción de “Wine of the Year 2013”.
Con 17 medallas atesoradas en 9 concursos internacionales celebrados en 2012, la bodega, presente en más de 40 países, se encuentra entre las más reconocidas a nivel mundial. Pese a la crisis económica y del canal de restauración en España, donde los caldos de la firma se han situado entre los imprescindibles, el directivo afirma que “no nos podemos quejar” y, en su favor, cuentan con “una marca reconocida” con muchos años de recorrido y mejoran sus resultados en el exterior.
En su apuesta por la mayor internacionalización, que le ha llevado a vender en el exterior el 45 % de su producción -aunque en 1995 alcanzaba el 70 %- están afianzando los “grandes” mercados principales, a lo que añaden la apertura de otros más pequeños entre sus prioridades como Costa Rica, Perú, Filipinas o Vietnam.
Por otra parte, reconoce que la implicación en la compañía de su hermana, la diseñadora Amaya Arzuaga -quien ha diseñado la etiqueta de una enseña que lleva su nombre- les ha ayudado a crecer en España y entre el público femenino, así como también en destinos exteriores donde desfilan sus colecciones como París, Londres o Nueva York.
Sobre sus segmentos de negocio, destaca que el enoturismo -el grupo cuenta con hotel, restaurante y spa y ofrece visitas a bodega y viñedos- es una actividad en crecimiento hasta el punto que aporta alrededor del 20 % de la facturación global de la compañía familiar.
Impulsaron el enoturismo “para enseñar a la gente” cuáles son los procesos de elaboración del vino y “mostrarles el cuidado que damos” para que puedan después “apreciar” el resultado.
Por su parte, el spa es una muestra de la interrelación de vino y salud y, en este sentido, recuerda que los médicos recomiendan incluso el consumo moderado y responsable del producto. “El vino lo entendemos como un alimento vinculado a la dieta mediterránea que no debe faltar en la mesa y, además, es un complemento más de la comida y un potenciador de los sabores gastronómicos”, ha puntualizado Arzuaga, quien se confiesa gran defensor de la cultura ligada al viñedo.
En este sentido, opina que todo el mundo tendría que ir al menos una vez en su vida a ver cómo se vendimia, a imbuirse de los olores del campo durante la recolección y de los métodos de producción y elaboración que luego “les ayudarán a comprender el vino”. “Animo al neófito, quien no sepa nada de vino, que no tenga miedo para acercarse a él porque verá que es sencillo y enseguida estará disfrutando del producto”, concluye.