Imagen de una cafetería en el interior de un supermercado Spar. EFEAGRO/Foto cedida por la compañía

CORONAVIRUS CONSUMO

Del bar al súper: cae el consumo de café y cerveza, pero también la rentabilidad

Publicado por: EFEAGRO/Oscar Tomasi 31 de marzo de 2020

Las medidas de aislamento social para frenar el coronavirus provocan un trasvase obligado del consumo del bar al supermercado, un cambio que perjudica a unos productos y beneficia a otros pero que, por encima de todo, supone para los fabricantes una pérdida de rentabilidad.

Expertos y fuentes de la industria coinciden en que incluso en aquellas secciones en las que el repunte de ventas en el supermercado compense en volumen el descenso causado por el cierre de la hostelería, en valor esa diferencia es insalvable, ya que el margen de beneficio en tienda es sensiblemente inferior al que obtienen en bares y restaurantes.

Por eso, desde algunos sectores dentro de la industria alimentaria no se descartan más Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (ERTE), ya que para algunas compañías el peso de la hostelería es clave en sus ingresos.

Según las estimaciones de Kantar, entre los que sí pueden percibir un incremento de ventas e ingresos se encuentran los fabricantes de legumbres, uno de los productos cuyo consumo más se ha disparado en estas primeras semanas de encierro, con subidas superiores al 300 %.

El arroz, la fideua, los garbanzos o las lentejas se verán beneficiados, ya que el menú que hacemos cuando cocinamos en casa es distinto al que elegimos cuando vamos a un restaurante, donde casi siempre está presente la carne o el pescado”, explica a Efeagro la experta de la consultora Kantar, Edurne Uranga.

Más consumo per cápita en el hogar… pero no compensa

Uranga señala que con los primeros datos reales de esta cuarentena ya en la mano, se observa un incremento del consumo por individuo del 25 % en volumen en el hogar, de lo que se deduce que sí hay “una parte que se traslada de fuera a dentro”.

Una mujer llena su cesta de la compra en un supermercado. Foto: EFE/Manuel Bruque.
Una mujer llena su cesta de la compra en un supermercado. Foto: EFE/Manuel Bruque.

No obstante, recalca que no todos los momentos de consumo siguen el mismo patrón y algunos “se perderán” en este trasvase, como es el caso del café (o cafés) a lo largo de la mañana, el ejemplo más paradigmático.

“Además, en términos de rentabilidad no tiene nada que ver, la hostelería aportaba antes de esta crisis un margen que multiplica por dos o incluso por cuatro el que existe en el supermercado”, arguye.

Especialista en el comportamiento del consumidor fuera de casa, Uranga incide en que una de las categorías que podrían verse más resentidas es la de bebidas alcohólicas de baja graduación, como la cerveza o el vino, debido a que las comidas en el domicilio es más frecuente acompañarlas con agua.

Suspensión temporal de empleo en fábricas

Desde el sector cervecero ya alertan de este impacto, tanto en volumen -sin reuniones sociales ni acontecimientos deportivos la ingesta per cápita se reduce- como sobre todo en valor.

De hecho, pese a que los datos apuntan a un incremento del 20 % de las ventas de cerveza en las primeras semanas de confinamiento, los expertos lo relacionan con un intento de llenar la despensa para reducir el número de visitas al súper, y no con un mayor consumo.

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Fábrica de Cerveza Gredos. Foto: Cedida por la compañía.

Las perspectivas a la baja ya se notan a nivel empresarial y Damm ha sido la primera de las grandes cerveceras en anunciar un ERTE. “La venta en grandes superficies siempre es menos rentable, por los márgenes, que son mucho más pequeños“, corrobora a Efeagro un trabajador de esta industria.

Similar tendencia esperan en el sector refrescos, donde calculan “que aunque aumente el consumo en el hogar, en valor caerá”; la embotelladora de Coca-Cola (CCEP) ya ha anunciado otro plan para suspender empleo temporalmente.

Y en el futuro, ¿qué?

En la misma línea se mueven los productores de bebidas alcohólicas de alta graduación, según apuntan también desde la consultora IRI, que recuerdan la íntima relación de este producto con el ocio nocturno.

Los expertos de Nielsen, por su parte, subrayan el descenso del consumo de productos asociados a las oportunidades especiales, como es el caso del marisco, mientras que la categoría de indulgencia -palomitas, chucherías, chocolatinas, patatas fritas, etc.- gana peso en la cesta cuando habitualmente es más fuerte en el canal fuera del hogar.

El sector ya vaticina que algunos de los cambios en el consumidor han llegado para quedarse, y escudriña su comportamiento para estar preparado: la creciente importancia de la compra “online” y un mayor valor de todo lo relacionado con salud lideran las apuestas.