Una investigación de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos (Etsia) ha logrado cebollas con cuatro veces más contenido de zinc, lo que convertiría a estas hortalizas en una fuente importante para satisfacer la ingesta humana diaria recomendada de este mineral, que suele ser baja.
Fuentes de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han apuntado en un comunicado que estos resultados los han conseguido tras analizar los efectos de diferentes fertilizantes de zinc de origen sintético y natural en cultivos de cebolla bajo condiciones de aplicados.
"Dependiendo de las características de los suelos y de los complejos orgánicos aplicados, las cebollas bajo condiciones de invernadero obtenidas llegaron a tener hasta cuatro veces más contenido de zinc que cuando no se aportó este mineral al cultivo", han afirmado.
La deficiencia en zinc es, a su juicio, un problema nutricional muy común en los humanos siendo una de las causas de esta deficiencia el bajo contenido de este micronutriente en los cultivos comestibles.
El zinc es esencial para la actividad de las enzimas involucradas en funciones metabólicas, bioquímicas, inmunológicas y clínicas del cuerpo humano.
biofortificación
La biofortificación en un enfoque relativamente nuevo que tiene como objetivo mejorar el contenido de micronutrientes en los alimentos de origen vegetal de primera necesidad para mejorar el estado de la población. Según informan desde la UPM, en este tema lleva tiempo trabajando el grupo de investigación Contaminación de Agroecosistemas por las Prácticas Agrícolas de esta universidad. Además de la influencia de diferentes complejos orgánicos de zinc de origen sintético y natural en la biofortificación agrónomica de la cebolla, han estudiado otros parámetros como el contenido en carotenoides y clorofila.