Ibón de Estanés (Huesca). Foto. Javier Rosano -Shutterstock

Ibón de Estanés (Huesca). Foto. Javier Rosano -Shutterstock

DESTINOS DE MONTAÑA

Pirineos de Huesca, los secretos de la montaña

Publicado por: LUCÍA RUIZ SIMÓN / EFETEUR 11 de septiembre de 2017

En el extremo más occidental de Aragón, las cumbres pirenaicas guardan los secretos propios de una frontera natural y política en un enclave único donde la montaña es la esencia.

Los Pirineos de Huesca dejan en el viajero la huella propia de la montaña natural, sin artificios, con muchos secretos que hay que descubrir escuchando su susurro.

¿Cómo llegar?

Para empezar, hay que llegar hasta el Parque Natural de los Valles Occidentales. La carretera que va de Jaca hacia Pamplona se adentra después en los valles. La vía que va hasta Hecho es la más recomendable, pero es mucho más espectacular para los sentidos adentrarse por la foz de Biniés, pues el itinerario discurre por el centro de un cortado en la montaña, todo un prólogo de lo que espera al viajero.
Primer secreto. Si se accede de día y el tiempo acompaña, por el cauce del río Veral hay pozas en las que refrescarse. Incluso en veranos tan secos como este hay suficiente agua para un chapuzón. Y de regalo, otro secreto, dejar el coche orillado en cualquiera de los lugares habilitados y permanecer en silencio tiene premio: la posibilidad de escuchar y divisar el espectacular batir de alas de los buitres leonados, que se cortejan entre estas montañas.

¿Qué hacer?

Vivir la montaña. Ni más ni menos. En los Valles Occidentales la montaña es la reina y se vive en torno a ella. Si en invierno las estaciones de esquí cercanas son el foco de atracción de los viajeros, en época estival la mejor idea es recorrer el Parque por los innumerables senderos. Hay muchas opciones, pero vamos a centrar en tres recorridos con diferente grado de dificultad.

Nivel Alto: Subir a la Mesa de los Tres Reyes (2.448 metros).

Se puede acceder en coche hasta el Refugio de Linza y ahí iniciar el ascenso. Es un recorrido de 17 kilómetros para llegar a estas cumbres que se encuentran repartidas entre tres antiguos reinos: Navarra, Aragón y Bearne. En verano es muy importante salir temprano y llevar mucha agua, pues no hay fuentes por el camino ni vegetación, por lo que en días soleados el calor puede ser sofocante.

Nivel Medio: Camino al Ibón de Estanés.

Se puede acceder en coche hasta Guarrinza. Desde allí se inicia un recorrido de 18 kilómetros (9 ida y 9 vuelta) hasta el ibón con tres partes diferenciadas: una primera de pista forestal, una segunda a través del valle de Aguas Tuertas y el tercero de ascenso hasta el ibón, que se encuentra justo en la frontera con Francia.

Nivel Bajo. Bosque de Gamueta.

Se sale desde el Refugio de Linza al que se accede desde la carretera del Valle de Zuriza. Tiene un recorrido de 7,5 kilómetros circular. Entre sus atractivos, pasear por el mayor bosque de hayas y abetos de todo el Pirineo. En este lugar, dicen que el oso pardo encuentra la paz y la tranquilidad que necesita.
Secretos: Al volver a la zona de aparcamiento de Guarrinza (inicio del Camino al Ibón de Estanés) los senderistas tienen que pasar por una bajada de agua que da entrada al sendero. Un poco más arriba, accesible para piernas de nivel medio, hay algunas pozas solitarias donde refrescar el cuerpo entero. Y otro secreto, bañarse e incluso nadar en los ibones es altamente recomendable. El agua no está tan fría como se puede imaginar, por lo que busca un hueco para el traje de baño en la mochila.

Picos de los Pirineos. Foto: Efetur / Lucía Ruiz SimónPicos de los Pirineos. Foto: Efetur / Lucía Ruiz Simón.

Por cierto, que esto no es un secreto, más bien deberían ser los mandamientos grabados a fuego de cualquiera que quiera visitar este Parque, las recomendaciones de montaña segura.

Patrimonio artístico y gastronómico de los Pirineos de Huesca

Los núcleos urbanos de Hecho y Ansó -que forma parte del club de los pueblos más bonitos de España-  han sabido cuidar su esencia y convertirla en atractivo turístico. Los conjuntos de edificaciones de piedra están perfectamente ordenados en las calles empinadas, propias del terreno montañoso. Sobresalen sus toscas iglesias, cuyas campanas despiertan del silencio a la montaña.
Para comer, como en todas las zonas de montaña, hay propuestas bastante contundentes con migas y carnes a la brasa como principal atractivo. Atención a los quesos de la zona y las cuajadas caseras que se ofrecen a modo de postre, son auténticas delicias.

Secreto: no es exactamente un secreto porque lo sabe toda España desde hace años. En el municipio de Fago, ocurrió un asesinato hace años, que aún se deja notar en el ambiente tenso que se respira en sus calles.

¿Dónde quedarse?

En las poblaciones del Valle hay alojamientos de todo tipo. De hecho, al abrigo del turismo de montaña se ha desarrollado una importante oferta para poder atraer a sus incondicionales, sea cual sea el tamaño del grupo y sus necesidades. Los precios son razonables.
Pequeños hoteles rurales, casas de alquiler íntegro, albergues, o zonas de cámping como el peculiar Zuriza, el que se encuentra en el núcleo urbano de Ansó, o los refugios de montaña como el de Linza.
Secreto: el refugio de Linza cuenta con menús muy económicos. Si llevas tu propia comida, tomar una refrigerio después de una larga caminata sobre la hierba fresca mientras observas las cumbres es una experiencia en la que se debe invertir un rato de tranquilidad.

No son pocos los susurros que los picos de los Pirineos hacen llegar hasta los viajeros, que no deben olvidar en su maleta el relax suficiente para poder escucharlos.

Secciones : España Turismo

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