Las ventas de productos de cacao de comercio justo representan el 76,5 % de las ventas totales de productos con este sello en España, dos puntos porcentuales menos que en 2020, aunque siguen dominando ampliamente este segmento.
Así lo consignan los datos de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ), que detallan que las ventas de este producto en 2021 alcanzaron los 110,2 millones de euros, un 2,13 % menos que el año anterior.
Los datos de 2022 no estarán consolidados hasta el próximo mes de septiembre, han indicado a Efeagro fuentes de la CECJ, consultadas con motivo de la celebración este viernes del Día Mundial del Cacao.
“Que el chocolate haya disminuido dos puntos sus ventas no es muy significativo. En ese periodo de tiempo, el porcentaje de ventas de café aumentó un 1 %. Son los dos productos principales del comercio justo y esta variación de 1 o 2 puntos no es significativa”, expresan desde la organización.
A nivel mundial, la industria del cacao mueve 103.000 millones de dólares (unos 94.473 millones de euros), de los que el cacao de comercio justo representa algo más del 1 %, un dato similar al del año pasado.
LOS RETOS “DE SIEMPRE”
La CECJ ha denunciado que la producción de cacao de comercio justo, al igual que le sucede a otros productos de este segmento, continúa enfrentándose a los retos “de siempre”: pobreza, salarios dignos, deforestación, degradación ambiental y explotación laboral infantil, con el agravante de que “ahora son más acuciantes, debido a la crisis económica global y al avance de la crisis climática”.
“A lo largo de la cadena de valor, los agricultores y agricultoras de cacao son quienes sufren de manera directa las consecuencias de la inflación ya que el precio que reciben por su cacao se mantiene estable mientras que el coste de producción y el coste de la vida se ha disparado”, ha expresado la CECJ.
La organización dice haber constatado que los precios pagados a las comunidades productoras por su cacao “sigue estando muy alejado del ingreso mínimo vital” y “muy por debajo de lo que sería necesario para vivir de manera digna”.
Así, señala que en los dos principales países productores, Ghana y Costa de Marfil, quienes cultivan cacao reciben aproximadamente un 40 % menos del precio que debería cobrar por su producto para cubrir costes y tener una vida digna.
“Aunque la mayoría de las empresas se han pronunciado a favor de establecer un ingreso mínimo vital adecuado, existe una falta general de compromisos concretos. Las autorregulaciones y compromisos de las empresas del sector han resultado papel mojado”, denuncia la CECJ.

CAMPAÑAS DE INCIDENCIA POLÍTICA
Por ello, considera que el apoyo de las plataformas y redes de organizaciones de comercio justo es especialmente necesario para apoyar a los agricultores y fortalecer el mercado en todos los aspectos tanto en lo relativo a ingresos como a la lucha contra la deforestación y la explotación laboral infantil.
En este sentido, reseña que las organizaciones de comercio justo, “junto con otras organizaciones y movimientos sociales“, están desarrollando un “intenso trabajo en tareas de incidencia política”, tanto en la Unión Europea (UE) como en España para lograr esos objetivos.
En detalle, persiguen, por un lado, promover el desarrollo de directivas o leyes “que frenen la tala de bosques en países de todo el mundo como consecuencia del cultivo de cacao y otros productos” y, por otro, directivas y leyes “que responsabilicen a las empresas multinacionales de los abusos de derechos humanos y ambientales realizados en su cadena de producción en cualquier país del mundo”.