La compañía Uber expandirá su servicio de reparto de comida a domicilio por España después de cumplir un año operativo en Madrid, y a lo largo de 2018 tiene previsto aterrizar en Barcelona, Málaga, Sevilla, Valencia y Zaragoza.
Así lo ha explicado en declaraciones a los periodistas el responsable de la aplicación Ubereats para España, Manel Pujol, quien ha calificado de “muy positivo” el balance de estos doce primeros meses de actividad, pese a que la firma todavía no da beneficios.
“Nuestro plan de expansión pasa por trabajar con 5.000 restaurantes -actualmente en Madrid colaboran con 800- y ampliar la plantilla hasta 50 profesionales -hoy emplean a 15 personas-“, ha detallado Pujol, que ha declinado dar cifras concretas sobre ingresos, pedidos y repartidores en España.
La empresa apenas ha revelado que a medida que fue incorporando restaurantes su actividad también subió, y de hecho en el segundo semestre del año aseguran haber triplicado los pedidos registrados respecto a sus seis primeros meses operativos.
Pujol ha considerado que Ubereats debe preocuparse ahora por “crecer” y no por tener beneficios, ya que considera que, en caso de obtener ganancias actualmente, se estaría “haciendo algo mal”.
Acelerar la expansión
“Madrid es una de las ciudades con más crecimiento de Europa“, ha destacado Pujol, quien ha avanzado que también trabajan en dar servicio a nuevas zonas de la ciudad, incluso a municipios cercanos, sobre todo por el sur.
Según los responsables de Ubereats, el buen funcionamiento de la aplicación y la existencia en España de un sector de comida a domicilio potente y en desarrollo -estiman que factura anualmente unos 3.500 millones de euros- les han llevado a acelerar su expansión, ya que en principio pensaban entrar en tres nuevas ciudades en 2018 y finalmente serán cinco.

“La primera será Barcelona, idealmente en el primer trimestre del año“, ha revelado Pujol, que espera aterrizar con entre 100 y 150 restaurantes asociados.
Preguntado sobre la situación del reparto de comida a domicilio en España -controlado por Just Eat y donde también compiten Deliveroo y Glovo-, desde Ubereats consideran que se trata de un mercado “con un tamaño enorme”, por lo que hay espacio para todos, e incluso ve posible la entrada de nuevos operadores.
Controversia con los repartidores
Acerca de la polémica sobre la vinculación laboral de las empresas del sector con los repartidores -que trabajan como autónomos-, Pujol ha insistido en que existen diferencias entre cada firma.
“En nuestro caso, no exigimos ni un mínimo de horas, ni le decimos a la gente a qué hora tiene que estar conectada. Ellos deciden cuándo encienden nuestra aplicación y hacen trayectos”, ha defendido.
De media, los repartidores de Ubereats se conectan entre 15 y 18 horas semanales, de acuerdo con sus propios datos, y la mayoría también colabora con otras compañías.
Además, ha garantizado que por el momento no han recibido ninguna notificación por parte de la autoridad laboral.
A nivel mundial, Ubereats ya está presente en una treintena de países y 200 ciudades, y colabora con más de 80.000 restaurantes.
El servicio está disponible únicamente a través de una aplicación para dispositivos móviles que el usuario debe descargar y a través de la cual hacer un pedido -no existe coste mínimo- al que se le añade un cargo de 2,5 euros por los gastos de envío.